CIUDAD DE MÉXICO.

En lo que va de 2021, México ha enfrentado el peor escenario en incendios forestales en al menos cuatro años.

De acuerdo con el Reporte de Incendios de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), del 1 de enero al 29 de abril pasados se han registrado cuatro mil 676 incendios forestales en 32 entidades federativas. Estos siniestros han afectado 212 mil 050 hectáreas, una superficie mayor a la de la Ciudad de México.

Para el mismo periodo de 2020, el número de siniestros fue de dos mil 790 y la superficie afectada alcanzó 84 mil 207 hectáreas, por lo que ambas cifras se incrementaron 68% y 152%, respectivamente, para este año.

Durante 2021, la entidad con mayor número de conflagraciones ha sido el Estado de México (mil 347), seguida por la Ciudad de México (811), Michoacán (480), Puebla (283), Chihuahua (276), Tlaxcala (260) y Chiapas (154).

Los estados con mayor superficie afectada son Guerrero, Nuevo León, Chihuahua, Oaxaca, Michoacán, Chiapas, México, Durango, Puebla y San Luis Potosí, que acumulan 74% del total nacional.

De enero a abril de 2019 se registraron cuatro mil 416 incendios que dejaron un saldo de 162 mil hectáreas afectadas. Para el mismo periodo de 2018 ambas cifras fueron de cuatro mil 651 y 162 mil 897, respectivamente.

Para encontrar un inicio de año más negro para México en materia de incendios forestales, tenemos que remitirnos a los datos de 2017 reportados por la Conafor. En el primer cuatrimestre de ese año se registraron cinco mil 766 siniestros que afectaron en total 239 mil 048 hectáreas.

El año 2016 destaca porque de enero a abril registró cinco mil 515 incendios, 47 al día en promedio, pero sólo hubo afectaciones a 85 mil 354 hectáreas.

LANZAN ALERTA

Organizaciones ambientalistas afirmaron que el combate a los incendios forestales en México ha sido deficiente por la falta de previsiones en los tres órdenes de gobierno.

Ante ello, agrupaciones como Pronatura Veracruz, Grupo Ecológico Amigos de Sierra Gorda, Iniciativa Climática México, el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible y Greenpeace México, entre otras, urgieron a implementar una política pública de manejo del fuego que considere las nuevas condiciones climáticas y la enorme riqueza biológica y cultural de México.

“En la mayoría de los ecosistemas, los incendios forestales ocasionan enormes daños, también generan pérdidas económicas y afectaciones a comunidades rurales que dependen del cultivo en la tierra para subsistir, impactos negativos a la salud de las personas e incluso, cobran vidas humanas. Este problema, que se ha agravado en los últimos años debido al cambio climático global y se agudiza aún más en México debido al desmantelamiento de las instituciones ambientales encargadas de diseñar, implementar, coordinar y evaluar las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, así como los temas forestales”, indicaron en un comunicado.

Criticaron que, pese al rechazo de legisladores, académicos e integrantes de la sociedad civil organizada, los recortes al presupuesto público y de personal de instituciones del sector ambiental disminuyen las capacidades técnicas, humanas, financieras y operativas del sector ambiental. Por ejemplo, indicaron, desde 2012 a la Conafor se le han reducido 43% sus recursos.

“El presupuesto con el que operan actualmente la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Conafor y Protección Civil, así como las acciones que llevan a cabo son claramente insuficientes para atender desastres como los que están ocurriendo en los estados de Coahuila, Nuevo León, Estado de México (Valle de Bravo) y la Ciudad de México (Bosque de Tlalpan). Además, grandes superficies en áreas naturales protegidas siguen careciendo de acciones indispensables para prevenir incendios y no existe articulación entre las políticas agropecuarias con el manejo del fuego. Esto, aunado a la omisión de autoridades municipales y estatales de todos los orígenes partidistas, por la falta de previsiones para esta temporada de secas”, manifestaron.

Para los activistas, no se cuenta con la capacidad ni con los recursos institucionales suficientes para atender la cantidad de incendios que están ocurriendo en el país. “En síntesis, la política de manejo del fuego ha sido prácticamente olvidada”, dijeron.

Recalcaron que, además de la falta de recursos, no existe una política de adaptación a las nuevas condiciones climatológicas del país, pues los últimos siete años han sido los más calientes de la historia y cerca de 80% del territorio nacional registra algún grado de sequía.