El té rojo es una preparación que ha ido ganando fama con el paso de los años gracias a su poder para quemar grasas y acelerar el metabolismo.
Aunque es bien sabido que los tés y las hierbas pueden ser nuestros mejores aliados al momento de eliminar las toxinas de nuestro cuerpo y bajar de peso, hay algunos cuyas propiedades van más allá de lo que podríamos imaginar. Tal es el caso de té rojo, una preparación que ha ido ganando fama con el paso de los años gracias a su poder para quemar grasas y acelerar el metabolismo.
Por si fuera poco, esta bebida contiene antioxidantes, lo que trae beneficios a nivel tanto interno como externo. Además, mejora la digestión gracias a la secreción de ácidos gástricos; tiene un efecto diurético, lo que evita la retención de líquidos; favorece la concentración, evita la sensación de ansiedad y reduce la inflamación. Una de las mayores ventajas es que este té tiene un sabor agradable, lo que hará mucho más fácil su consumo.
¿Qué es el té rojo?
El nombre original del té rojo es Pu Erh, pues procede de la región Pu’er de Yunnan en China. A pesar de que anteriormente solo era consumido por la nobleza, actualmente está disponible para toda la población. Una de las situaciones que vuelve más especiales a este té, es que la Camellia sinensis, también conocida como «planta del té», se fermenta mínimo de dos años o máximo 60 años en barricas de bambú, lo que le otorga esa peculiar tonalidad.
Esta bebida también es estimulante, pues contiene teína y cafeína, sustancias que tienen un efecto directo en el sistema nervioso. El consumo del té rojo inició en el Oriente; sin embargo, gracias a la apertura de nuevas rutas comerciales, su popularidad fue creciendo hasta convertirse en una de las preparaciones más demandadas no solo en Asia, sino también en el resto del mundo. Y es que su impacto en nuestra salud es tal que es imposible no quererlo tomar.
¿Cuáles son los beneficios del té rojo?
El té rojo contiene vitaminas B, C y D; minerales como magnesio, potasio, yodo, zinc y flúor, además de polifenoles, teofilina, cafeína y fibra. Estas características le otorgan propiedades diuréticas, desintoxicantes, digestivas, estimulantes e inmunoestimulantes, hepatoprotectoras, antihistamínicas, hipotensoras, hipocolesteromiantes y antioxidantes; lo que implica una amplia lista de beneficios.
El té rojo tiene la capacidad de regular el colesterol y limpiar la sangre, fortalecer el sistema inmunológico, aporta antioxidantes capaces de prevenir la aparición de células cancerígenas, fortalece al sistema inmunológico, evita la retención de líquidos, favorece al sistema digestivo y la concentración, entre muchos otros. Sin embargo, si se consume en exceso puede provocar alteraciones al sistema nervioso, así como hipertensión y taquicardia, por lo que se aconseja consumirlo de manera responsable.