Sydney— Un policía que utilizó un aturdidor eléctrico contra una mujer de 95 años en un asilo de ancianos en Australia fue declarado culpable de homicidio involuntario en un tribunal el miércoles.

Un jurado encontró a Kristian James Samuel White culpable en el juicio en Sidney después de 20 horas de deliberación. White, que está en libertad bajo fianza, podría enfrentar hasta 25 años de prisión cuando sea sentenciado posteriormente.

Clare Nowland, una bisabuela que padecía demencia y usaba un andador, se negaba a soltar el cuchillo para carne que sostenía cuando el oficial descargó su taser contra ella en mayo de 2023. Nowland cayó de espaldas tras el choque eléctrico y murió una semana después en el hospital.

La policía dijo en ese momento que Nowland sufrió sus lesiones fatales al golpearse la cabeza contra el suelo, en lugar de señalar el impacto directo e incapacitante del dispositivo.

El empleo de White está bajo revisión y está sujeto a procesos legales, dijo la comisionada de policía de Nueva Gales del Sur, Karen Webb, a los periodistas después del veredicto.

“El tribunal ha encontrado que Claire Nowland murió como resultado de las acciones de un oficial de policía. Esto nunca debió ocurrir”, dijo Webb, mientras ofrecía sus “más profundas condolencias” a la familia de Nowland. La policía del estado revisó su política y entrenamiento sobre el uso de los taser en enero y no se hicieron cambios, añadió.

En un video mostrado durante el juicio en el Tribunal Supremo de Nueva Gales del Sur, se escucha a White decir un improperio antes de disparar su arma, después de que los oficiales le dijeran a Nowland 21 veces que soltara el cuchillo. White, de 34 años, le dijo al jurado que le habían enseñado que cualquier persona con un cuchillo era peligrosa, informó el Guardian.

Pero después de un juicio de ocho días, el jurado rechazó los argumentos de los abogados de White de que haber utilizado la pistola aturdidora fue una respuesta proporcional a la amenaza que representaba Nowland, quien pesaba unos 45 kilos (100 libras).

El fiscal argumentó que usar el taser fue “totalmente innecesario y obviamente excesivo”, dijeron medios locales.

El caso provocó un debate sobre cómo los oficiales australianos usan las pistolas aturdidoras.

A Nowland, residente de Yallambee Lodge, un asilo de ancianos en la ciudad de Cooma, le sobreviven ocho hijos, 24 nietos y 31 bisnietos, informó la Australian Broadcasting Corporation.