El expresidente de Estados Unidos Barack Obama regresó ayer a un acto político de campaña en persona con un discurso en el que, para apoyar al candidato demócrata Joe Biden, atacó con dureza al actual mandatario, Donald Trump.

Obama, ante un público que, como en un autocine, escuchó el discurso del carismático exlíder desde los autos para evitar contagios de COVID-19, reivindicó que Estados Unidos “es un lugar bueno y decente”. “Per, sencillamente, hemos visto tantas tonterías y tanto ruido que a veces es difícil de recordar”, agregó Obama; “les pido que recuerden lo que puede ser este país”, remachó.

“Con Joe y Kamala no tendrán que pensar en las locuras que el presidente ha dicho cada día, y eso vale mucho”, prosiguió Obama, quien agregó, no sin gran dosis de sorna, que los ciudadanos “podrán seguir con sus vidas sabiendo que el presidente no retuiteará teorías conspirativas”, recoge en un video la CNN.

El exmandatario demócrata (2009-2017) reprochó a Trump su deriva racista y divisoria, y sentenció: “Sus acciones tienen consecuencias. Incentiva a la gente a ser cruel y racista, rompe el tejido de nuestra sociedad, afecta a cómo ven las cosas nuestros hijos. El comportamiento importa, el carácter importa. Debemos devolver los valores al centro de nuestra vida pública”.

Desde Filadelfia, donde se celebró el acto político, Obama, jaleado por los bocinazos de los asistentes en coche, instó a los estadunidenses a votar en “la elección más importante de nuestras vidas”. “Lo que hagamos dentro de 13 días importará durante décadas”, zanjó.

LA COVID-19

Obama no dejó pasar la oportunidad de reprochar al mandatario republicano su actuación durante la presente pandemia de COVID-19: “Literalmente le dejamos un manual para pandemias en la Casa Blanca que les habría mostrado cómo responder antes de que el virus alcanzara nuestras costas. Probablemente lo usaron, no sé, para calzar una mesa coja”, espetó Obama, según señala el diario El País.