Jedd Fisch, entrenador en jefe de los Huskies de la Universidad de Washington, declaró que la meta del equipo canino en el Sun Bowl es ganar y competir al más alto nivel, cuando se enfrenten a los Cardenales de Louisville el próximo 31 de diciembre al medio día en El Paso.
Al mismo tiempo, Fisch no entiende cuándo, ni por qué, la gente dejó de preocuparse por los juegos de tazón.
“Por alguna razón, recientemente hemos decidido que no son tan importantes. No estoy de acuerdo”, dijo Fisch el domingo, horas después de anunciarse que los Huskies es uno de los equipos que jugarán en la frontera el último día del año.
Es la selección de tazón número 43 en la historia del programa y el primer encuentro entre Washington y Louisville en el campo de juego.
“Nuestro objetivo es llegar a ese juego de tazón y ganar”, destacó Fisch. “Nuestro objetivo es llegar a ese juego de tazón y competir al más alto nivel, jugar lo mejor que podamos y practicar lo mejor que podamos.”
Esta será la quinta vez que Washington juegue en el Sun Bowl, el segundo tazón colegial más antiguo de Estados Unidos. Los Huskies (6-6) no habían sido seleccionados para el Sun Bowl desde 2002, cuando perdieron ante Purdue 34-24.
“Estas son oportunidades para que los jugadores jueguen en un partido de postemporada”, dijo Fisch. “Son oportunidades para que a los jugadores que les costó mucha sangre, sudor y lágrimas — en el futbol de primavera, en el campo de entrenamiento, durante la temporada, durante los entrenamientos de las 6:00 am, levantando peso durante noviembre y diciembre— jueguen un partido más.”