Ninguna ley en México regula alteración exponencial en el precio de boletos de un espectáculo público ni participación de intermediarios. Radiografía criminal incluye pagos por derechos de piso, anuncios fantasma y cortesías ficticias
-¿Por qué cancelaste el sitio web donde ofrecías boletos en reventa?
-Porque los de la Unión Tepito me exigían 300 mil pesos tan sólo para seguir operando, y luego tenía que dar moches periódicos…
Andrés prefiere omitir su apellido, porque aún se siente intimidado por las amenazas de aquel grupo delincuencial, por el cual debió abandonar su controversial negocio en línea. Pero su testimonio franco nos abre la puerta hacia una nueva modalidad donde dominan triquiñuelas y lucro.
“Ya desde antes de la pandemia la delincuencia organizada mandaba en el tema de la reventa, en la calle y en la web”, narra.
“Todos los revendedores callejeros, a quienes siempre consideré mis compañeros, estaban ya pagando derecho de piso a los de la Unión”.
-¿Cómo te hicieron llegar la advertencia?
-Por medio del mismo gremio: ´Díganle a ese cabrón que lo tenemos identificado, que sabemos por dónde se mueve, y si no suelta la lana, ya no la cuenta´.
Había sido uno de los pioneros de la reventa por Internet, actividad en el limbo. Su página, una de las escasas operadas desde México, se mantuvo durante varios años.
Ninguna ley en nuestro país regula la alteración exponencial en el precio de boletos de un espectáculo público en beneficio de intermediarios. No lo hace el Código Penal Federal, el cual se limita al tema de la falsificación. Tampoco la Ley Federal de Protección al Consumidor, la cual alude a los conceptos de “equidad y respeto a los precios máximos” como simple idealismo. Al fin, letra muerta.
“Regularmente en este tipo de casos los afectados acuden a Profeco, por medio de una queja contra alguna instancia y, en específico, contra Ticketmaster, que en el mejor de los casos querrá solucionar el problema con un reembolso más el 20 por ciento, pero la gente tuvo más daños: hay quienes se trasladan de otros estados, pagan boletos de avión, autobús, hospedaje, ¿cómo pueden reducir la afectación, incluso moral, a un 20 por ciento?”, pregunta el abogado Daniel Vergara, quien ya alista una demanda colectiva de tipo penal.
OFERTAS FANTASMA
La proliferación de plataformas web en las cuales se ofertan tickets a precios desaforados y se cobran comisiones discrecionales tanto a vendedores como compradores es asunto olvidado en las normas mexicanas.
Entre las más activas, Crónica detectó a Viagogo, Bolettos y Stubhub (Ticketbis), con precios de boletos quintuplicados y comisiones de hasta el 30 por ciento a quienes intervienen en la transacción.
“Desde hace alrededor de una década la reventa ha crecido de manera monstruosa, en especial por Internet, con la llegada de empresas como Viagogo y Stubhub -cuenta Andrés-. Antes comprabas un boleto en mil y lo vendías en mil 500 y, si te iba bien, en 2 mil”.
-¿Y ahora?
-Publicas un boleto a mil pesos a través de sus plataformas y ellos se encargan de colocar otros anuncios fantasma, ficticios por 3 mil o 4 mil pesos, para inflar precio y agigantar reventa. Con ese parámetro, uno de 2 mil 500 será barato, aunque en realidad costó 600 u 800 pesos. La reventa tiene ya otra dimensión. Hemos documentado casos de boletos ofertados al mil por ciento de su costo original y a veces la prensa les sigue el cuento: ´los boletos se ofrecen a tanto´, como si fuera símbolo del interés que despierta un artista.
-¿De dónde son estas empresas?
-Están constituidas en el extranjero y operan en decenas de países en el mundo. Y en México, como la reventa no se toca en ninguna de sus vertientes, como no hay legislación, pueden seguir tan campantes.
-¿A quién le conviene que la reventa no se toque?
-Primero, a Ticketmaster, que tiene el monopolio de la venta de boletos para todos los eventos importantes en el país, en complicidad con OCESA y Banamex. En los eventos top, hay gente dispuesta a pagar mucho dinero. Las famosas preventas son farsa: sólo sacan un pequeño porcentaje y dicen que en 5 minutos se acabaron, entonces comienza el negocio a otros niveles.
-¿Lo que llaman el mercado secundario?
-Sí. Por un lado, quienes tienen poder adquisitivo: cuentahabientes Premium, Vip, Platinum, los de cartera, tienen servicio concierge, que es asistencia personal para reservar en eventos especiales; ellos mismos te comunican con las empresas que tienen toda la disponibilidad de boletos, pero ya a precios desmedidos.
-¿Cuál es la ganancia de los intermediarios?
-Son los verdaderos ganones, porque se han convertido en la mejor vía para monetizar un boleto, además de las comisiones que cobran al que publicó el ticket y al que lo comprará. Hoy deja más dinero la reventa que la organización legal de un evento.