Representantes de México en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas expresaron que la gente teme «un regreso a los días más oscuros».
Naciones Unidas.- La representante de México ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Alicia Buenrostro, se unió este lunes a las voces de los países que temen que el terrorismo vuelva a resurgir en Afganistán tras la caída del país en manos de los talibanes.
«Nos preocupa también que se abra la puerta a que Afganistán sea una vez más refugio seguro para grupos terroristas», dijo la diplomática mexicana tras subrayar que «el avance del talibán sobre los principales centros urbanos y ahora Kabul cambió drásticamente la dinámica de poder y ha tenido un impacto humanitario extremadamente preocupante».
En este sentido, lanzó un llamado urgente a la comunidad internacional para «evaluar muy seriamente las transferencias de armas que podrían ser desviadas o acabar en manos equivocadas».
Además advirtió sobre «los reportes de ejecuciones sumarias, de ataques deliberados contra mujeres, apaleamientos, restricciones y censura de medios de comunicación», que calificó de una «señal de alarma» para la comunidad internacional.
Para concluir, instó a que todos los países expresen una «sonora condena» a los ataques contra civiles e instó a formar un «frente común» desde el que mostrar el rechazo a la evolución de los acontecimientos en Afganistán.
La mayoría de los países del Consejo de Seguridad de la ONU expresaron hoy su honda preocupación por la violación de los derechos humanos en Afganistán y su temor a un eventual surgimiento del terrorismo en el país asiático tras caer en manos de los talibanes.
Esos temores fueron transmitidos al comienzo de la reunión de urgencia por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
«Debemos hablar con una sola voz para defender los derechos humanos en Afganistán«, dijo Guterres, que agregó que le preocupan, «en particular, los relatos sobre las crecientes violaciones de derechos humanos contra las mujeres y niñas de Afganistán, que temen un regreso a los días más oscuros».
El colapso de Afganistán comenzó poco después de que en mayo las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN comenzaran la fase final de la retirada de sus tropas, entregando todas sus bases militares a los afganos.
La reunión de hoy se produjo un día después de que el presidente afgano, Ashraf Ghani, huyera del país, lo que precipitó la toma de Kabul por parte de los talibanes y aceleró los planes de evacuación del personal diplomático extranjero que ya estaban en marcha por parte de muchas naciones. EFE