CIUDAD DE MÉXICO.
Por haber tenido una mala experiencia con la empresa de casting que la propuso, Carla Fernanda Ávila, actriz mexicana, pensaba pasar inadvertida y no quería compartir su participación en el capítulo 7 de la serie ‘El Juego del calamar’, pero la fama y difusión de esta serie coreana prácticamente la obligaron a salir de ese anonimato autoimpuesto.
Y así, Carla Fernanda, una joven mexicana nacida en Guadalajara, Jalisco, hace 28 años, reveló que fue parte de esta súper producción, al postearlo en su cuenta de Instagram.
«Para ser honesta, casi no compartí mi aparición en la serie de Netflix «Juego de calamar». Pero, algunos amigos me reconocieron y me enviaron mensajes de texto al respecto. Entonces, después de hacer algo de meditación, decidí compartirlo.
«La razón por la que no quería compartirlo es porque me sentía un poco tímida ya que estaba completamente “expuesta” y porque tuve una mala experiencia con la agencia de casting que me contrató. De todos modos… Así que centrémonos en el lado positivo de esta experiencia.
«Era la primera vez que hacía un trabajo de pintura corporal. Tomó algunas horas hacer la pintura completa. Especialmente el primer día, nos tomó casi toda la mañana pintarnos, ¡e ir al baño fue realmente difícil! ¡Me es casi imposible quedarme quieta! Aun así, fue una gran experiencia y consideraría hacerlo de nuevo.
«También en el set conozco a algunos de mis amigos, que siempre es agradable trabajar con personas que conoces y con las que te llevas bien. De hecho, me sorprendió mucho que me reconociera bajo todo ese maquillaje. ¡Si fuera y me hablara, incluso sabría que estaba allí! Él es un amor.
«Gracias a este rodaje también pude conocer a Ha-joo, el policía de la serie. Es una persona muy amable y un gran amigo. Y antes de que todos me pregunten: ¡Sí! Es realmente guapo en la vida real».
Carla Fernanda Ávila estudió Ingeniería en Finanzas y se mudó a Seúl, Corea, en 2017; tras 9 meses aprendiendo coreano, finalmente retomó su carrera de actriz.
Y hoy es muy famosa. A veces vale la pena superar la timidez.