Carlos Valdés González, ingeniero geofísico de la UNAM, explicó que los socavones se pueden generar en zonas agrícolas donde hay mantos acuíferos o en las zonas urbanas debido al desgaste de los drenajes, es decir, en aquellos lugares donde se ha producido el debilitamiento del suelo por el paso de agua. 

«Estos grandes agujeros que se van dando de una forma rápida no son tan extraños, no es un fenómeno inusitado», señaló en entrevista con Martha Anaya.

Explicó que «los primos cercanos» de los socavones son los cenotes, que están principalmente en la Península de Yucatán o las Grutas de Cacahuamilpa, pues en ambos casos son rocas que se han ido disolviendo por el paso lento del agua. En el caso del socavón de Santa María Zacatepec, municipio de Juan C. Bonilla, el suelo está formado por material volcánico, por lo que se desmorona fácilmente.

Valdés González señaló que el suelo de Puebla  «es tan fértil que se alcanzan a ver como capas de un pastel, pero el proceso es el mismo, ya que el paso del agua subterránea que va lavando la parte más fina del suelo, hace que pierda cohesión, es decir, la capacidad de que esté aglutinada la tierra».

De acuerdo con el especialista, en el socavón de Puebla se ha mantenido igual la profundidad a la que se encuentra el agua, alrededor de 8.5 metros del nivel del suelo, y destacó que difícilmente se va a profundizar mientras exista el agua. Además, mientras exista el agua, las paredes que están verticales serán inestables, porque se irán secando y desmoronando, por lo que es posible que continúe agrandándose hasta donde el suelo circundante le genere estabilidad.

«Ese socavón difícilmente se va a extender más, es un socavón grande, el diámetro que alcanzó es importante, 135 metros, pero la profundidad ahí se va a quedar,  y esa agua va a continuar circulando lentamente, se agita un poco por el viento o por la arena que cae, pero si pudiéramos tener un poco de tranquilidad y una especie de marcador veríamos que se mueve lentamente», comentó.

¿Cómo saber que se generará un socavón?

Carlos Valdés González señaló que hay diversas maneras de identificar la aparición de un posible socavón, por ejemplo, al formarse diversas grietas perceptibles sobre un terreno, que se generen hundimientos en el suelo, pero también que se comiencen a secar las plantas que estaban creciendo muy verdes, ya que esto evidencia que el agua se está infiltrando muy rápido.

«Ya le quitamos partículas finas y el suelo ya no puede contener el agua para alimentar las raíces y las plantas y comienzan a aparecer zonas secas», detalló.

Otro de los elementos que pueden indicar la aparición de un socavón, es que se escuchen «ruidos sordos«, pues esto implica que ya se formó una cavidad y que se está cayendo el suelo de material suave.

El geofísico de la UNAM destacó que uno de los socavones más impresionantes de los que se tiene registro es el que se formó en la ciudad de Guatemala, en 2010, en la confluencia de dos calles  Este fue causado por la tormenta tropical Agatha, ya que se depositó mucha agua en el drenaje profundo y fue tal la presión, que se rompió, y la cantidad de agua fue limpiando el sedimento de arriba hasta alcanzar el suelo.

«Este socavón tenía como 20 metros, mucho más pequeño que el de Puebla, pero tenía una profundidad impresionante de más de 60 metros, el origen de él fue la ruptura del drenaje y hay casos similares en México, como en Iztapalapa, donde hay suelos blandos y en 2019 aparece también un socavón en la confluencia de dos calles debido a la ruptura de tuberías que fue llevándose poco a poco el suelo», describió.

Sin embargo, agregó, no continuó agrandándose hacia las casas porque solo se da por donde pasa la tubería, el flujo de agua, pero en el caso del socavón de Puebla, es todo un manto acuífero que debe cubrir no solo la parte del socavón, quizá 100 metros a la izquierda o a la derecha se encontrará agua nuevamente a una profundidad de 8.5 metros.

¿Qué hacer para evitar socavones?

Valdés González indicó que la zona cercana al volcán Popocatépetl es una zona muy fértil, donde cae mucha lluvia, por lo que es una región muy buscada; sin embargo, explicó que lo ideal sería cultivar y extraer el agua de los pozos de manera ordenada y paulatina, ya que si se provoca que se baje rápidamente el nivel de las aguas freáticas, se provoca también que se vayan arrastrando los sedimentos finos.

«Es decir, se baja el nivel de aguas freáticas, pero llegan las lluvias y vuelven a subir el nivel, y la intervención del ser humano provoca la desestabilización de la regularidad con que fluye el agua en ese lugar».