La misa del mediodía de ese domingo en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, fue ofrecida a todos los hombres que son papás, el obispo José Guadalupe Torres Campos, se dirigió a los presentes y a quienes están en sus domicilios siguiendo la celebración de la eucaristía.

“A todos buen domingo le saludo con gran afecto un especial saludo aprovecho la oportunidad para felicitar a los papás hoy en su día los tendré presente en mis oraciones y en la eucaristía que voy a celebrar”, inició sus palabras el sacerdote.

“Muy queridos papás aquí presentes en Catedral, allá en sus casas a través de la transmisión en todo lugar queridos papás muy amados hermanos todos en el señor, Dios es nuestro Padre un Padre que crea, la vida un padre que es amor, esas dos características fundamentales entre muchas amor y vida somos sus hijos nos ama, hoy por el día del padre ver en el papá, en los papás, en sus padres esa figura paterna de Dios es una vocación un regalo que Dios da a quienes llama a esta hermosísima misión de ser papás”, dijo.

“Ser padre, ser papás es una vocación, la paternidad es un don de Dios y ustedes papás sean amorosos, sean trabajadores y transmitan amor, vida, valores a sus hijos”, mencionó a los presentes.

Dentro de la felicitación a los asistentes a misa explicó, “los papás son eso, un árbol fuerte que junto con la mamá, ambos papá y mamá siembran en sus hijos amor, todos los valores y los van fortaleciendo educándolos con la fe, también para que den frutos abundantes por eso pedimos a Dios que nos fortalezca”.

El mensaje se habla de esa semilla, la que recibimos, “aquí implica moverle un poquito a mi corazón a mi mente a mi vida preparar esa tierra que el señor mismo me ha dado y dejar que la semilla penetre la palabra de Dios, Cristo la semilla del verbo, del Padre entre en mi vida y que vaya creciendo en sabiduría, en gracia, en amor, hasta dar frutos abundantes, vuelvo a los papás que hermosos frutos los hijos, que maravilloso, que don tan precioso el ser papá”.

“Hoy el papá, qué maravilloso, qué grande, qué extraordinario ser papás, la vida, el fruto de mis hijos, de mi amor, de mi vida y van viendo ustedes como la gracia de Dios a través de sus cuidados, atenciones y educación estan ahí presentes, va creciendo lo ven crecer los ven crecer y así cada día”, refiriéndose el obispo a la crianza de los hijos, labor que realizan cada uno de los ahora festejados.

Finalmente, el obispo pidió también por todos aquellos padres que ya no están presentes, mismos que se adelantaron en el camino y que son recordados por sus hijos, esposas y otros miembros de la familia para rendirles homenaje.