La mayoría conservadora de la Corte Suprema de Estados Unidos concedió este lunes una inmunidad parcial al expresidente Donald Trump (2017-2021) por el intento de revertir las elecciones que desembocó en el asalto al Capitolio, determinando que sus actos «oficiales» como mandatario están protegidos.
«Un expresidente tiene derecho a inmunidad absoluta frente a un proceso penal por acciones dentro de su autoridad constitucional concluyente», pero «no hay inmunidad para actos no oficiales», apunta la opinión aprobada por los seis magistrados conservadores (incluidos los tres que nombró Trump) contra el rechazo de las tres juezas progresistas.
De esta manera, el fallo de la máxima corte rechaza la decisión de un tribunal federal de apelaciones en febrero que encontró que Trump no gozaba de inmunidad por presuntos delitos que cometió mientras era todavía presidente, para revertir los resultados de las elecciones de 2020.
La decisión supone una victoria para el republicano, pues probablemente le permitirá evitar comparecer ante los juicios que tiene pendiente antes de las elecciones del 5 de noviembre, donde parte como favorito para ganar en un nuevo duelo en las urnas al actual presidente, Joe Biden… si es que antes no ha dimitido el octogenario demócrata.
“No está por encima de la ley… pero”
Si bien no consta en la Constitución ni en las leyes, los presidentes de Estados Unidos en activo han gozado históricamente de una inmunidad absoluta frente a procesos judiciales relacionados con sus funciones para así evitar una violación a la separación entre el poder ejecutivo y el judicial. A esta tradición se ha acogido el Supremo para librar a Trump.
“El presidente no goza de inmunidad por sus actos no oficiales, y no todo lo que hace el presidente es oficial. El presidente no está por encima de la ley. Pero el Congreso no puede criminalizar la conducta del presidente en el desempeño de las responsabilidades del Poder Ejecutivo según la Constitución. Y el sistema de separación de poderes diseñado por los Padres Fundadores siempre ha exigido un Ejecutivo enérgico e independiente. Por lo tanto, el presidente no puede ser procesado por ejercer sus principales poderes constitucionales, y tiene derecho, como mínimo, a una presunta inmunidad judicial por todos sus actos oficiales”, dice el fallo, escrito por el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts.