Se han detectado más de 130 familias de la Sierra Tarahumara de Chihuahua que son víctimas de desplazamiento forzado a causa de la violencia que se genera por el crimen organizado; en Guadalupe y Calvo, Guachochi, Nonoava, Balleza, Batopilas y otras localidades se tienen “zonas calientes” a causa de la presencia de grupos criminales, se señala que fuerzas de seguridad del orden Municipal, Estatal y Federal minimizan la situación en el Triángulo Dorado para no atenderla.

Según la información expuesta por un trabajador de Gobierno Federal, que decidió omitir su identidad por temor a represalias; a través del pago de Producción para el Bienestar, se han podido detectar hasta 100 familias que han sido víctimas de desplazamiento forzado en los municipios de Batopilas, Balleza, Bocoyna; Carichí, Guachochi, Guadalupe y Calvo Morelos y Nonoava.

Este indicador, se logró detectar luego de los beneficiarios del programa agrícola, notificaran que el cobro lo realizarían en las oficinas de Bienestar en Guachochi, lo que permitió que detectaran hasta 100 productores que, al igual que sus familias, tuvieron que huir de su lugar de origen para preservar su vida.

Adicionalmente, se pudieron detectar en los operativos de pagos de diversos programas para el Bienestar, otras 30 familias en la misma situación, quienes son originarios de Dolores y Santo Domingo principalmente, ambas comunidades de Guadalupe y Calvo, localidad más afectada por este problema.

En este sentido, se señaló que las autoridades del municipio serrano, niegan la presencia de esta situación, e incluso dicen desconocer que hay personas a las que les violentan su derecho a la vivienda.