Agentes de la Policía Nacional de España detuvieron en la provincia de Málaga a 43 personas y desarticularon un grupo criminal, que se dedicaba presuntamente a la explotación laboral de Migrantes, en su mayoría marroquís.
Las víctimas se encontraban en situación irregular, y eran alojados en condiciones infrahumanas en casas propiedad de la organización.
La red delincuencial, estaba formada por al menos siete empresas del sector agrícola, quienes además facilitaban la comisión de diversos fraudes a la Seguridad Social y la regularización fraudulenta de migrantes, a través de contratos ilegales, a cambio de cantidades de dinero que alcanzaban los 3 mil euros.
La investigación se inició gracias a una información recibida desde la Oficina de Extranjeros de la Subdelegación del Gobierno de Málaga en la que se advertía de la existencia de varias empresas del sector agrícola, ubicadas en dicha provincia, que podrían estar utilizando su actividad legal para ocultar su actuación en varios delitos.