El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, señaló este viernes que hay «intereses» detrás de las protestas violentas que tuvieron lugar esta semana por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en 2014, un caso aún sin resolverse.
“Yo creo que hay intereses que lo que buscan es enfrentarnos, desacreditar al Gobierno porque los integrantes de Ayotzinapa, los padres de los jóvenes, han estado informados de todo lo que estamos haciendo, se está aclarando lo que sucedió, castigando a los responsables», declaró.
El mandatario se refirió en su conferencia diaria a las manifestaciones por Ayotzinapa de esta semana en Ciudad de México, donde activistas vandalizaron la Embajada de Israel, bloquearon calles principales e, incluso, hirieron a una policía frente a la Fiscalía General de la República (FGR).
La polémica sobre la desaparición de los 43 jóvenes, ocurrida el 26 de septiembre de 2014 en el sureño estado de Guerrero, se ha reavivado tras el informe que presentó en agosto la Comisión para la Verdad, que concluye que fue un «crimen de Estado» y que no hay indicios de que estén vivos.
En desacuerdo con violencia en manifestaciones
Pero López Obrador, quien prometió esclarecer el crimen al asumir el poder en 2018, argumentó que en las protestas «están queriendo enrarecer la situación porque siempre hay gente que no quiere que se resuelvan los problemas porque viven del conflicto».
«¿Dónde está la no violencia, la resistencia civil pacífica? Encapuchados, tirando piedras, ahí es el conservadurismo, o lo que suele pasar, que los extremos se tocan, la extrema derecha y la extrema izquierda. Entonces claro que no estoy de acuerdo con esas manifestaciones de violencia», criticó.
Los activistas y familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa tienen planeado este viernes un mitin en el Campo Militar Número 1 en la capital mexicana ante las acusaciones de que el Gobierno ha encubierto la participación del Ejército.
«Quieren seguir sosteniendo de que se violan los derechos humanos y yo les digo: no, no somos iguales. Además, si se protesta, se tiene que hacer de manera pacífica», comentó López Obrador.
La Comisión de la Verdad ha rechazado la «verdad histórica», la versión del Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) que afirmaba que policías corruptos detuvieron a los estudiantes y los entregaron al cartel Guerreros Unidos, que los asesinó e incineró en un basurero en Guerrero.
La Administración de López Obrador desmintió esa versión, al coincidir con familiares y con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que señaló que los cuerpos no pudieron ser quemados en ese lugar.