Arzobispo regresa a sus actividades tras intervención cardiaca
Tras cuatro semanas de reposo, monseñor Constancio Miranda Weckmann, Arzobispo de Chihuahua, regresó a presidir la misa dominical en el Catedral Metropolitana de Chihuahua.
“Voy a estar tres meses a medio gas”, comentó el jerarca, a quien los médicos especialistas le dijeron que su estado de salud es bueno, pero es necesario que siga cuidándose y con actividad de baja intensidad.
El jerarca de la Iglesia Católica fue sometido a un cateterismo cardíaco tras sufrir un infarto, procedimiento que se realizó en la unidad de hemodinamia, a través del brazo, para destapar la arteria ocluida, además se le colocó un stent.
Durante cinco días permaneció en el hospital bajo observación, posteriormente, en su hogar, terminó los 23 días de recuperación, para este domingo reintegrarse a las actividades eclesiásticas como pastor.
Monseñor Constancio llamó a la feligresía a mirar que cosas los tan o impiden poder responder generosamente al llamado de Jesús, que dice a cada uno “¡Sigueme!”
En su reflexión del evangelio de San Mateo, resaltó que Jesús acepta la invitación de unos ricos pecadores y publicanos, a la crítica de ello Jesús responde: no son los sanos lo que necesitan de médicos, sino los enfermos.
“Todos somos pecadores y Jesús nos dice que ha venido para nosotros, al señor no le espantan porque conoce a cada uno hasta lo más profundo de su ser”.
El arzobispo invitó a los creyentes a elevar una plegaria para que el Señor purifique y sane sus corazones, y que como el apóstol se desprendan de todo lo que les impide acercarse a Dios y sean generoso con quienes les rodean, “Como Mateo seamos generosos y dejando nuestra vida de pecado lo sigamos a él, quien es camino, verdad y vida”.
En el marco de la celebración eucarística se realizó la renovación de sus votos, de la hermana Diana Laura Cornejo, misionera Hija de la Divina Providencia juró pureza, castidad y obediencia para servir a Dios y a la Iglesia. Teniendo como testigos de honor el arzobispo y la madre superiora María Olivia Sánchez, ambas hermanas sirven en la Casa del Obispado.
La hermana firmó el acta de renovación de votos en el altar sellando con Dios su compromiso de obediencia. A esta celebración se unió la feligresía con un aplauso, así como en oración para que siga el camino de Jesús.
De la misma manera, al ser 11 de junio, por el año de San Pedro de Jesús Maldonado se expusieron sus reliquias y quienes participaron en la celebración ganaron indulgencia.
Al finalizar la misa confirmó que el pasado 14 de mayo sufrió un infarto y agradeció a la feligresía que estuvo orando por el restablecimiento de su salud.