Hasta el 31 de mayo pasado se tenían registradas 100,447 personas desaparecidas y no localizadas. De las 84,063 personas desaparecidas y no localizadas en el periodo de 2006 a mayo 2022, 63,784 corresponden a hombres y 20,010 a mujeres
Más de 60 mil personas desaparecidas y no localizadas en México, se concentran en 10 estados del país, 5 de las cuales son gobernadas en la actualidad por Morena y este fenómeno que agravia a la sociedad va al alza en los últimos meses a partir del 2020.
El rango de edad en el que desaparecen las personas, de acuerdo con los datos del Registro Nacional, es entre lo 15 y 29 años aunque el sexo condiciona en mucho la edad de las personas desparecidas sobre todo en las mujeres donde son más jóvenes las que caen en este supuesto.
La edad de las mujeres que están desaparecidas o no localizadas oscila entre los 15 a 19 años mientras que el de los hombres, es el de 25 a 29 años.
De acuerdo a un estudio del Instituto Belisario Domínguez (IBD) denominada “Hallazgos y recomendaciones del Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU en México”, se establece que hasta el 31 de mayo pasado se tenían registradas 100,447 personas desaparecidas y no localizadas.
De este total, el 83.7 por ciento desapareció entre 2006 a mayo de 2022, contabilizándose un registro de 84,063 personas desaparecidas y no localizadas.
Eso sin contar que el 31 de mayo de 2022 había 14 mil 610 personas registradas sin año de referencia de su desaparición o no localización.
Según el reporte en 2006 -último año del sexenio del presidente Vicente Fox- inició una tendencia de incremento de reportes de personas desaparecidas y no localizadas, registrándose 256.
Mientras que en 2021 -tercer año del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador- hubo un aumento “exponencial” con 9,766 personas.
De 2006 a mayo de 2022 se registró el 83.7 por ciento de personas desaparecidas y no localizadas del total de las registradas desde 1964
En hombres el rango de edad en donde se tienen más registros de personas desaparecidas y no localizadas es el de 25 a 29 años, mientras que en mujeres es el de 15 a 19 años.
De las 84,063 personas desaparecidas y no localizadas en el periodo de 2006 a mayo 2022, 63,784 corresponden a hombres (76.1 por ciento) y 20,010 a mujeres (23.9 por ciento).
En los últimos años, el crimen organizado ha diversificado sus formas de reclutamiento y se tienen múltiples registros de que muchos de los jóvenes desaparecidos son reclutados para convertirlos en sicarios de los grupos criminales o bien para trabajos forzados en sembradíos de drogas.
En el periodo de 2006 a mayo de 2022, las diez entidades que han registrado el mayor número de personas desaparecidas y no localizadas son Jalisco con 13 mil 339, Tamaulipas con 10 mil 594, Estado de México con 6 mil 387, Nuevo León con 5 mil 913, Sinaloa con 5 mil 112, Sonora con 4, 161, Michoacán con 4 mil 100, Veracruz con 3 mil 961, Ciudad de México con 3 mil 501 y Coahuila con 3 mil 501, que en su conjunto representan el 71.8% del total de las registradas.
Sinaloa (Rubén Rocha), Sonora (Alfonso Durazo), Michoacán (Alfredo Ramírez), Veracruz (Cuitláhuac García) y la Ciudad de México (Claudia Sheinbaum), son gobernados por Morena.
En tanto, Jalisco (Enrique Alfaro) y Nuevo León (Samuel García) tienen gobernadores emanados de Movimiento Ciudadano.
Coahuila (Miguel Ángel Riquelme) y estado de México (Alfredo del Mazo), son entidades aún gobernadas por el PRI y Tamaulipas (Francisco García Cabeza de Vaca) es administrada por el PAN.
El estudio afirma que a partir de 2006 inicia una tendencia de incremento en los reportes de personas desaparecidas y no localizadas.
Mientras que en 2006 se registraron un total de 256 personas desparecidas y no localizadas, en 2021 hubo un aumento exponencial con 9 mil 766 personas registradas.
El informe señala que a partir de 2006 el incremento de la desaparición de personas se enmarcó en el contexto de la implementación de la llamada “guerra contra el narcotráfico”, que consistió principalmente en una política de despliegue de las fuerzas armadas sobre el territorio nacional durante el sexenio del presidente Felipe Calderón.
En ese contexto, el crimen organizado se sumó a los s agentes públicos federales, estatales y municipales, como perpetrador central de las desapariciones, en diversos grados de participación, aquiescencia u omisión de servidores públicos.
Ahora el tipo de víctimas se ha ampliado a hombres, mujeres, niños, niñas, adolescentes y personas de la comunidad LGBTIQ+.
Estas desapariciones, además, ocurren en diversos escenarios, por ejemplo, en centros penitenciarios, en estaciones migratorias o en grupos migratorios, en las comunidades indígenas o en los centros de terapias de reconversión.
Otro grave problema identificado por el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU (CED) es la crisis forense de más de 52 mil personas fallecidas sin identificar.
“Esta cifra, a pesar de su magnitud, no incluye los cuerpos todavía no localizados, ni los miles de fragmentos de restos humanos que las familias y comisiones de búsqueda recogen semanalmente en las fosas clandestinas” , estableció ese organismos internacional tras su visita a México